Por qué los padres dicen que prefieren mandar a sus hijos a colegios privados
Las familias tienen mejor opinión de las escuelas privadas que de las públicas. Una nueva encuesta indagó en las razones
Los padres ven en el colegio privado una salida superadora a la crisis que atraviesa la educación argentina. Una nueva encuesta muestra que la mayoría de los adultos le otorga mejores calificaciones a la primaria y secundaria privadas en comparación con las públicas de los mismos niveles y devela las razones por las cuales las familias prefieren pagar por un servicio al que podrían acceder en forma gratuita.
Los datos surgen de un trabajo en conjunto de la UADE y la consultora Voices!, que hicieron una encuesta representativa a argentinos mayores de 16 años. El objetivo fue indagar en la opinión sobre la calidad de la educación argentina y las preferencias de las familias a la hora de elegir una escuela para sus hijos.
En la encuesta se repite un dato que se registra desde hace décadas. Los encuestados consideran la educación que reciben ellos o sus hijos como superior a la educación general. Al momento de evaluar la calidad general de la enseñanza en Argentina, menos de la mitad califica positivamente los niveles primarios y secundarios. Sin embargo, al consultar acerca de la calidad educativa que reciben sus hijos en esos dos ámbitos, 7 de cada 10 padres consideran que la primaria es buena o muy buena. En tanto, el 66% de los padres con hijos en secundaria tienen opinión favorable.
Las escuelas privadas tienen mejor percepción. El 83% de los padres que envían a sus hijos a escuelas primarias de gestión privada definió la calidad como buena (41%) o muy buena (43%), mientras que en las instituciones públicas esa puntuación fue del 64% entre buena (43%) y muy buena (21%).
Al respecto, Paula Iglesias: Coordinadora del Observatorio de Educación de UADE, explicó a Infobae: “La educación privada tiene una mejor valoración frente a la estatal porque los padres buscan principalmente evitar la pérdida de días de clase de sus hijos como consecuencia de los paros y el alto ausentismo docente, bajo la percepción de que estos dos factores afectan la calidad de la educación. Los mismo inciden de manera directa en una menor exposición de los alumnos al proceso de enseñanza/aprendizaje, dejándolos en desventaja frente a aquellos alumnos que concurren a instituciones que sí cumplen con la totalidad de los días establecidos para el ciclo lectivo”.
Justamente ante la consulta de por qué preferían la gestión privada frente a la estatal, “evitar la pérdida de clases por paros o ausentismo docente” (63%) y la “calidad de la educación en general” (62%) fueron los motivos más recurrentes. En el tercer puesto, a más de 25 puntos de diferencia, quedó la “pedagogía que se aplica”, con un 28% de preferencia. En tanto, la calidad del plantel docente y el prestigio del colegio fueron los factores menos seleccionados, con un 11% y un 8%, respectivamente.
En el desglose del informe, se observa que el motivo vinculado a las huelgas de maestros se presenta en su mayoría en mujeres radicadas en GBA que pertenecen a los niveles socioeconómicos más bajos. Lo curioso es que en los últimos años la frecuencia de los paros docentes cayó drásticamente, sobre todo en la provincia de Buenos Aires.
Para Iglesias, si bien los protestas mermaron en los últimos años, “los paros docentes son una opción latente por lo que los padres, teniendo en cuenta los antecedentes al respecto, siguen percibiéndolos como un factor decisor a la hora de elegir la educación de sus hijos”.
Según la mayor parte de los encuestados, el desafío más grande que tiene la educación secundaria por delante es “mejorar la calidad de la enseñanza en general”. La respuesta, dicen los autores, apunta a perfeccionar los planes de estudio y ofrecer contenidos más rigurosos.
En relación con el nivel universitario, quienes asisten a alguna casa de estudios o tienen hijos cursando, señalaron que la calidad de la enseñanza es buena o muy buena tanto en el ámbito público 85% como privado 90%-. La elección de la carrera, respondieron, se basa en primer lugar en las oportunidades laborales futuras.
Por Maximiliano Fernández