Un joven de 40 y un viejo de 55: una encuesta que mide cómo se perciben los argentinos en relación a su edad

11 de julio 2024 | InfoNegocios
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¿Cómo los argentinos están redefiniendo los límites de la juventud y la vejez? Es 11 de julio, Día Mundial de la Población, y Voices! junto a WIN Internacional publicaron un estudio con datos que te van a sorprender.

Según este informe, los argentinos están dejando de sentirse jóvenes a una edad promedio de 41 años, lo que representa un adelanto de cinco años desde 2018, que era de 46 años. Este cambio drástico indica una rápida transición en la percepción de la juventud en la sociedad argentina.

A medida que aumenta la edad, los argentinos tienden a sentirse jóvenes por más tiempo. Por ejemplo, los jóvenes de 18 a 24 años consideran que se deja de ser joven a los 33 años; las personas de 25 a 34 años creen que la juventud se pierde a los 37 años; observa lo que piensan aquellos de 35 a más de 65 años.

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Por otro lado, el estudio también revela que la edad en la que los argentinos empiezan a sentirse viejos disminuyó significativamente. Actualmente, la mayoría de los argentinos reportan sentirse viejos a los 54 años en promedio, cuatro años antes que en la medición realizada hace cinco años. 

Además, el estudio revela que no hay diferencias significativas en la percepción de la edad entre hombres y mujeres en Argentina. Sin embargo, se observan variaciones según el nivel socioeconómico y la edad de los encuestados. Los argentinos de niveles socioeconómicos más altos tienden a sentirse jóvenes hasta los 46 años en promedio, mientras que aquellos de niveles más bajos experimentan esta transición a los 41 años.

Constanza Cilley, directora ejecutiva de Voices, comenta sobre los resultados: “En un mundo tan dinámico y en constante evolución, resulta interesante explorar cómo la gente percibe la edad y la juventud. Estos cambios podrían estar influenciados por transformaciones culturales, económicas, de salud y tecnológicas”. 

Este estudio no solo ofrece una visión profunda de la dinámica cambiante de la percepción de la edad en Argentina, sino que también plantea preguntas importantes sobre el futuro del bienestar y la calidad de vida en la sociedad moderna.