El PNUD lanzó Acción Ambiental, un estudio que revela que la mayoría de los argentinos reconocen el cambio climático, si bien su accionar es poco frecuente

10 de junio 2024 | PNUD Argentina
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A partir de los hallazgos, se proponen iniciativas orientadas, en primer lugar, a potenciar y amplificar el núcleo de jóvenes con un alto compromiso ambiental en el país. Asimismo, políticas que incorporen soluciones comunitarias con anclaje local y reconozcan la heterogeneidad territorial de las preocupaciones ambientales en las diferentes regiones. Por último, acciones que promuevan diálogos intersectoriales y que capitalicen la alta confianza de la sociedad argentina en las organizaciones ambientales, especialmente entre las y los jóvenes.

Buenos Aires, 7 de mayo 2024 - El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Argentina lanzó el el estudio  "Acción Ambiental: creencias, expectativas y participación ciudadana", en un evento que se llevó a cabo en el Consejo Argentino para las Relaciones Internaciones (CARI).

La Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Argentina Claudia Mojica, resaltó: "Es tradición del PNUD de elaborar productos de conocimiento con importante incidencia en los grandes debates nacionales y globales, especialmente en nuestra región. La magnitud de las presiones sobre el planeta nos convoca a la promoción y el fortalecimiento de la llamada ciudadanía ambiental".

Por su parte, el Representante Residente del PNUD Argentina Claudio Tomasi indicó: "Estamos en una situación de emergencia climática. Nuestro interés es saber qué determina el pasaje del conocimiento a la acción. Desde el punto de vista del Desarrollo Humano es clave actuar en los distintos niveles".

En tanto, la responsable del Área de Desarrollo Humano y Políticas Gabriela Catterberg manifestó: "El informe plantea la necesidad de promover y fortalecer la ciudadanía ambiental en Argentina: el reconocimiento de las personas en relación a sus responsabilidades y sus derechos sobre el hábitat; y la adopción de acciones para cuidar y proteger el entorno que habitan".

A su vez, el evento contó con la participación del presidente del CARI Francisco de Santibañes; la Subsecretaria de Ambiente de la Nación Ana Lamas; la Directora del Comité de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano del CARI Emb. María Esther Bondanza; del Director de Opinión Pública, Voices!  Manuel Hermelo; y la Coordinadora de Programa del PNUD Argentina María Eugenia Di Paola.

Esta nueva investigación de la serie Políticas para la Recuperación aporta un análisis novedoso sobre el tema en el país a través de la creación de herramientas de medición innovadoras, el análisis detallado de las principales características socio-demográficas y la identificación de tendencias a través del tiempo. Las principales fuentes de datos son un grupo único de encuestas de opinión pública de estudios pioneros nacionales y proyectos globales. Estos fueron realizados por la Oficina País del PNUD en el año 2022, y por la consultora Voices! en el período 1984-2022 (véase nota metodológica en nota al pie*).

La primera sección analiza actitudes de los argentinos en relación al ambiente. La segunda sección aborda percepciones sobre los impactos de los riesgos ambientales -en especial del cambio climático- según temporalidad, grado de cercanía y ámbito del desarrollo. La tercera sección explora en qué medida las personas realizan acciones por el ambiente, para ello distingue entre acciones que realizan en el ámbito familiar y actividades que desarrollan en la esfera pública.

A partir de los hallazgos, se proponen iniciativas orientadas, en primer lugar, a potenciar y amplificar el núcleo de jóvenes con un alto compromiso ambiental en el país. Asimismo, políticas que incorporen soluciones comunitarias con anclaje local y reconozcan la heterogeneidad territorial de las preocupaciones ambientales en las diferentes regiones. Por último, acciones que promuevan diálogos intersectoriales y que capitalicen la alta confianza de la sociedad argentina en las organizaciones ambientales, especialmente entre las y los jóvenes.

HALLAZGOS PRINCIPALES

Creencias y expectativas

  • Más de la mitad de los entrevistados manifiestan interés por los temas ambientales (el 64% dice estar bastante o muy interesado) y le asignan una alta relevancia al cambio climático. En este aspecto, la evidencia es elocuente: una amplia mayoría reconoce las consecuencias del cambio climático. Esto se refleja en el Índice de Percepción de Impacto del cambio climático que mide cómo perciben las personas sus efectos en la calidad de vida. Un 67% percibe un nivel de impacto alto.
  • Asimismo, existe un amplio consenso en la sociedad argentina sobre las causas del cambio climático: 8 de cada 10 encuestados creen que el cambio climático se debe principalmente a las actividades humanas; solo el 15% opina que es resultado mayormente de los ciclos naturales.

Sin embargo, los entrevistados perciben un mayor impacto del cambio climático en relación al futuro. Esto sugiere que, aunque reconocen la gravedad de sus impactos, este es entendido como un fenómeno aun lejano en el tiempo. La percepción del impacto también varía según el ámbito de referencia, ya que tienden a estimar mayores efectos sobre el país que respecto al ámbito familiar o local. Por último, se observa una mayor preocupación por las consecuencias sobre desastres y pérdida de biodiversidad, así como el agua potable y los alimentos.

Acción y participación ciudadana

  • La mayoría de las acciones se realizan en el ámbito del hogar, y de forma poco frecuente. “Separar la basura para reciclaje” aparece como el comportamiento con mayor reporte: un 50% de los entrevistados declara hacerlo con frecuencia, mientras que un 30% afirma que lo hace ocasionalmente. Asimismo, un 41% manifiesta que con frecuencia dejó de comprar o utilizar productos que dañan al ambiente, mientras que un 39% señala que lo hace de vez en cuando.
  • A medida que las acciones involucran un mayor activismo, se reduce el porcentaje de encuestados que reportan hacerlas. En este sentido, “manifestar opiniones en internet o redes sociales”, “firmar y apoyar campañas ambientales”, o “buscar información” surgen como acciones con una frecuencia intermedia (entre el 20% y 30% dice realizarlas con periodicidad). Por último, acciones que implican un involucramiento alto, tales como participar en “boicots a productos”, “empresas o instituciones”, o involucrarse en “manifestaciones políticas”, aparecen como las menos frecuentes (solo un 10% declara hacerlas frecuentemente).

La Encuesta Mundial de Valores muestra la evolución en la membresía de organizaciones ambientales desde el restablecimiento de la democracia en el país: en 1984 se definían como miembros (activos o inactivos) el 1% de la población adulta argentina. En 1995 la participación subió al 6% y alcanzó al 10% en 2013. La última medición, en 2017, computa un 7%, que implica un decrecimiento. En consecuencia, la participación en las organizaciones ambientales aumentó 5 puntos porcentuales en el período de transición democrática, contexto en el cual predominaban fuertes expectativas en relación a las organizaciones e instituciones. En los años posteriores, se mantuvo por debajo del 10%, y experimentó una caída de 3 puntos porcentuales entre el 2012 y 2017.

Pirámide Invertida

  • El análisis de las creencias, percepciones de impacto, expectativas y acciones por al ambiente entre los argentinos configuran una pirámide invertida. La temática ambiental está incorporada en nuestra esfera actitudinal: existe un amplio reconocimiento de la importancia del cambio climático para el futuro del país, y un consenso sobre el impacto de las actividades humanas y los vínculos entre catástrofes y calentamiento global. Estas creencias son consistentes con los altos niveles de interés en temas ambientales, si bien contrastan con bajos niveles de información.
  • Una tendencia similar se identifica en la importancia de la adopción de nuevos hábitos y patrones de consumo y la disposición a afrontar los costos de la protección ambiental: mientras que cerca de la mayoría concuerda que hay que cambiar los patrones de consumo, menos de la mitad está dispuesto a afrontar los costos. Estas reducciones son aún mayores en la esfera del comportamiento y presentan fuertes contrastes. Las acciones en el ámbito del hogar son las que se realizan en mayor proporción y frecuencia, mientras que las acciones en la esfera pública se realizan en un grado significativamente menor.

RECOMENDACIONES

A partir de estos hallazgos, se plantean las siguientes recomendaciones de políticas:

Potenciar y amplificar el núcleo de jóvenes con un alto compromiso ambiental

  • Las experiencias educativas son decisivas en el proceso de socialización mediante el cual se construye ciudadanía ambiental (Cao, 2015; UNESCO, 2017). Los valores adquiridos en la socialización temprana son clave para fomentar percepciones en conexión al entorno y a mantenerlas a lo largo del ciclo de vida. En este marco, la promoción de la educación ambiental – un proceso a través de la cual se adquieren conocimientos sobre el hábitat y habilidades que permiten actuar en la resolución de problemas ambientales – adquiere especial relevancia. Se plantea entonces la necesidad de impulsar y fortalecer programas que fomenten conocimientos e instrumentos para la protección y preservación ambiental.
  • Asimismo, políticas orientadas a fortalecer el rol de las organizaciones juveniles serán centrales debido al efecto amplificador y multiplicador que tienen las mismas en la construcción de capacidades entre sus pares. Se destacan iniciativas como “Promesa Climática”, liderada por el PNUD a nivel global para apoyar a los jóvenes en la promoción de acciones climáticas y su participación en foros nacionales e internacionales a través de esfuerzos coordinados entre autoridades gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado.

Promover soluciones comunitarias que reconozcan las diferencias territoriales sobre las preocupaciones ambientales

  • La incorporación de los saberes locales favorece la capacidad de incidencia de las poblaciones y la adopción de soluciones innovadoras mediante la identificación y difusión de necesidades específicas, y la visualización de soluciones alternativas a los problemas de los diferentes territorios.

Políticas que reconozcan, en un marco de igualdad, las creencias y comportamientos ambientales diferenciados entre las mujeres y los varones en el país

  • Garantizar la participación plena e igualitaria entre mujeres y varones en los procesos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y asegurar recursos para fortalecer los mismos.
  • A su vez, inicia vas que promuevan la concientización y participación ambiental, como la implementación de prácticas sostenibles en los lugares de trabajo y el involucramiento de madres y padres en actividades educativas vinculadas al ambiente.

Iniciativas que promuevan diálogos participativos intersectoriales, que capitalicen la alta confianza de la sociedad argentina en las organizaciones ambientales

  • Los espacios de diálogo y participación son imprescindibles para la acción conjunta en torno a las transiciones ambientales. Potenciar instancias que habilitan la participación de la sociedad civil en procesos de toma de decisión y diseño de polí cas públicas es fundamental para avanzar en la acción ambiental.

    Un ejemplo es la iniciativa “Diálogos Nacionales hacia Estocolomo+50”, que el PNUD Argentina, junto a la Embajada de Suecia y el Sistema de las Naciones Unidas, apoyó en el año 2022 para impulsar un proceso de carácter colaborativo y multi-actor en el país.

  • Asimismo, estas iniciativas deben asegurar mecanismos propios para los jóvenes. En este contexto, el PNUD impulsó la participación juvenil en diferentes plataformas, como la Conferencia Regional de Jóvenes para América Latina (RCOY).
  • Por último, los hallazgos evidencian la oportunidad de las organizaciones ambientalistas para alcanzar un mayor involucramiento entre los argentinos: construir un espacio de participación que capitalice el muy buen punto de partida que tienen estas organizaciones en términos de confianza. En especial, contrarrestan la baja confianza interpersonal e institucional entre las y los argentinos, posicionándolas como actores clave en la construcción de la ciudadanía ambiental debido tanto a las acciones que articulan como a la concientización que promueven.