CABA es una ciudad ruidosa según la opinión mayoritaria
Según el 80% de los encuestados, el principal responsable de reducir el ruido es el Gobierno de la Ciudad. Sin embargo, el 64% cree que este “no hace nada o casi nada” para lograrlo. Fundación Ciudad presentó un estudio sobre la percepción del ruido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires realizado durante los meses de marzo y abril por Voices! Research and Consultancy.
Constanza Cilley, Directora Ejecutiva de Voices!, comentó los principales hallazgos del estudio, y luego un panel de expertos moderado por Mora Arauz, Coordinadora de Programas de la Fundación Ciudad, comentó los resultados. El ingeniero Germán Said, desde la Agencia de Protección Ambiental, habló sobre el “Mapa del Ruido” en la Ciudad de Buenos Aires.
Por otro lado, el doctor Marcelo Cetkovich-Bakmas, Director del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Fundación INECO y profesor en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Favaloro, dió una visión desde la perspectiva de la salud mental.
Por último, la doctora María Fernanda Tieso, Médica Otorrinolaringóloga en HIGA Eva Perón San Martin, habló sobre el ruido y la salud del oído. El estudio indaga en la percepción de ruido en la Ciudad y en el Barrio entre los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se dimensiona en qué medida la contaminación sonora es percibida como un problema y qué lugar ocupa en relación con otros problemas de la Ciudad.
Los resultados develan la importancia de generar evidencia que permita poner el tema en agenda, y posibilitar un debate entre los distintos actores involucrados. A continuación, se detallan algunos de los resultados, desarrollados en más profundidad en las siguientes páginas:
-Se registra entre los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires altos niveles de percepción de ruido: 8 de cada 10 encuestados la perciben como ruidosa y 3 de cada 10 como totalmente ruidosa. A su vez, la opinión mayoritaria es que es un problema en aumento.
– Existe consenso en que el ruido impacta en la calidad de vida general (84%), en el humor y el estado de ánimo (87%) y en la salud física (73%) de las personas.
– 8 de cada 10 refieren haber padecido efectos adversos a causa del ruido (nerviosismo, dolor de cabeza, falta de concentración, etc.), en su mayoría mujeres y jóvenes.
– 8 de cada 10 declaran haber interrumpido alguna actividad a causa del ruido ambiental, entre ellas dormir (53%), descansar (42%), estudiar o leer (38%).
-A través del estudio se logró identificar a los más afectados por el ruido ambiental y se los llamó “los aturdidos”. 2 de cada 10 encuestados conforman dicho grupo. Entre ellos, la contaminación sonora es tan relevante como problema como la inseguridad, alcanzando a 5 de cada 10 y el promedio de efectos adversos padecidos se incrementa sustancialmente.
-El Gobierno de la Ciudad es señalado como principal responsable de reducir el ruido en la Ciudad. El 60% lo menciona en primer lugar, y el 81% en primero y segundo lugar. Por otro lado, 8 de cada 10 consideran que la temática del ruido no está presente en la agenda política.
Como síntesis de su presentación, Constanza Cilley señaló algunas ideas fuerzas. Por un lado, el ruido se encuentra entre los principales problemas de la Ciudad; por otro, el ruido afecta la salud física y mental, la calidad de vida y la “diaria” de un porcentaje significativo de los ciudadanos.
Finalmente, planteó que el gran desafío es lograr que el ruido ocupe un lugar en la agenda política, que la relevancia del tema y la sociedad demandan; y generar, a su vez, el involucramiento de la población, ya sea para reducir la generación personal de ruido como también para accionar colectivamente frente al gobierno de la Ciudad que es señalado como el principal responsable de dar soluciones.
Germán Said luego contó acerca del mapa del ruido que realiza el Gobierno de la Ciudad desde la Agencia de Protección Ambiental (APRA). Describió las distintas metodologías e indicó que la energía sonora que prima en la ciudad está vinculada al tránsito. Explicó que es importante promover el estudio de zonas mayormente sensibles al ruido tales como hospitales y centros educativos, incorporándolos al presente estudio a fin de poder identificarlos y establecer prioridades de acción.
Al mostrar el mapa del ruido de CABA, señaló la estrecha relación entre el universo subjetivo, es decir, lo declarado por la población encuestada en el estudio realizado por Voices, y las métricas del ámbito objetivo de APRA, siendo los habitantes de las Comunas 2, 3, 4, 5, 6, 7, 13, 14 y 15 los que pueden ser considerados como los más afectados por el ruido.
Por su parte, Marcelo Cetkovich-Bakmas, señaló la importancia sanitaria de la encuesta realizada que muestra que porcentajes significativos de la población consideran que su salud mental está afectada a causa del ruido. Mencionó que los trastornos del sueño inducidos por el ruido son el puntapié inicial para una serie de padecimientos.
Además, explicó que posiblemente el silencio ambiental que se generó durante la cuarentena estricta por COVID-19 fue uno de los factores protectores que permitió que pudiéramos tolerar una cuarentena estricta, la que afectó por sobre todo a los jóvenes, entre quienes la movilidad es esencial.
Finalmente, María Fernanda Tieso indicó que Buenos Aires se encuentra dentro de las 10 ciudades más ruidosas del mundo y, para graficar las implicancias, comentó que una persona que vive en Buenos Aires escucha aproximadamente lo mismo que una persona de 65 años que no vive en una ciudad tan ruidosa.
La experta añadió que el daño auditivo no solo se produce ante un ruido fuerte, sino también por estar expuestos cotidianamente y de forma prolongada a ruidos más leves. Explicó además que el oído no solamente escucha, sino que también comprende. Y cuando hay una pérdida de audición inducida por ruido, de 100 palabras, el paciente solo va a entender el 80%. Esto significa que afecta la comunicación entre las personas.
De ahí la necesidad de cuidar la audición, ya que la que se pierde no se recupera. La Médica Otorrinolaringóloga recomienda evitar espacios ruidosos y restringir el uso de auriculares, ya que una vez que la pérdida auditiva se instauró, ya no hay vuelta atrás. Para aquellos que no pueden evitar estar expuestos a contaminación sonora (por ejemplo, por motivos laborales) alentó los controles de audición médicos regulares. Como cierre, Mora Arauz, reforzó la importancia de analizar de manera conjunta lo percibido por la población y el mapa de ruido. Señaló que el ruido es una asignatura a encarar articuladamente por la sociedad civil, por profesionales y especialistas y por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Recalcó que lo más importante es accionar para que el ruido se vuelva parte de la agenda pública.